El Programa Nacional de Toxicología (NTP, por sus siglas en Inglés), que agrupa a varias instituciones públicas de Estados Unidos, está estudiando los efectos de los teléfonos celulares. Los resultados preliminares, publicados el 26 de mayo del 2016, sugieren una incidencia débil entre el uso de celulares y dos tipos raros de cáncer. El estudio ha sido llevado a cabo sobre 90 ratas, sobre cuyos efectos de la radiación de 90 MHz, se basa las mencionadas conclusiones preliminares.
Esta publicación llega después de algunas semanas de otra que, por el contrario, señalaba que, en Australia, después de 30 años de uso de celulares no hubo un incremento de cáncer al cerebro.
Las investigaciones continuarán, pero, ante el beneficio obtenido por la comunicación celular, podemos asegurar que, a pesar de un eventual riesgo, seguirá incrementándose el uso de celulares.
Los estudios epidemiológicos deberían ir acompañados de investigaciones sobre los fenómenos físicos que se producen en la interacción de la radiación de los celulares con los tejidos humanos.