Fotos M. Montoya
Los hechos que llevaron a la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski a la Presidencia de la República nos dejan varias lecciones.
Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación (TICs), nadie puede estar seguro que sus acciones anti éticas o ilegales queden secretas. Las conversaciones de Bruno Giuffra fueron públicas por las TICs que como empresario promovía.
No olvidemos que Alberto Fujimori también cayó gracias a que las TICs descubrieron las irregularidades de su gobierno.
Las TICs deben servir para automatizar los procesos del Estado y minimizar la posibilidad de que decisiones humanas los desvíen de lo correcto.
Estos gobiernos han privilegiado las carreras ajenas al desarrollo científico y tecnológico. Los empleados del Estado peor tratados son los maestros y profesores universitarios.
Sin ciencia y tecnología el Perú no saldrá de su situación primario exportadora y nuestra suerte dependerá de los precios de los minerales, de la harina de pescado y de los productos agrícolas.
Como consecuencia de todo lo anterior los servicios estatales de salud y educación son simbólicos. Los peruanos se mueren haciendo cola en hospitales y por falta de conocimiento sobre prevención de enfermedades.
Finalmente, los gobiernos que durante décadas ha tenido el Perú han estado bajo la responsabilidad de un grupo de amigos egresados en su gran mayoría de tres universidades privadas, grupo que no estaba interesado en promover la ciencia y la tecnología.
Las universidades emblemáticas del Perú (UNMSM, UNI, UNALM) durante décadas han sido congeladas en número de alumnos y número de profesores. Estos últimos con remuneraciones menores que un policía peor pagado.
El Ing. Martín Vizcarra, egresado de la Universidad Nacional de Ingeniería, tiene la oportunidad de iniciar un proceso de cambio hacia un Perú científico y tecnológico, proceso que debió comenzar en los años 60, como lo hicieron países más pobres que el Perú y que hoy viven los beneficios del desarrollo tecnológico.
Falta el análisis histórico, pues desde que nacimos como República, esta formó y forma ciudadanos para mantener esa República, plutocrática, oligárquica y corrupta. Todas las políticas públicas de salud y educación han fracasado, y usan a la pobreza como discurso demagógico, y no les interesa acabar con la pobreza, por que les acaba el discurso del sistema. La única arma de la revolución social y la transformación social, es la educación y esta debe ser pública para todos, la educación privada no aporta nada solo desigualdad. El Estado es y debe ser el gran responsable.
Alicia Jiménez H.