El premio Nobel de Economía 2016 fue otorgado conjuntamente a Oliver Hart (británico afiliado a la Universidad de Harvard) y Bengt Holmström (finlandés afiliado al MIT) por sus contribuciones a la teoría del contrato.
En una entrevista para la organización Nobel, Bengt Holmström subraya que en un contrato no se trata sólo de dinero, la economía funciona con incentivos. El rendimiento de la gente tiene que ver con la estructuración de sus puestos de trabajo o la estructuración de la organización de una manera que motiva. El muy poderoso en el envío de señales, así como, por supuesto, premiando financieramente.
Por su parte Oliver Hart señala que hay gente que piensa que en un contrato un lado define los términos a la contraparte. Puede parecerlo así, pero que el escribe el contrato tiene que escoger términos aceptable por el otro lado y que finalmente se genere el mayor valor posible.
Las teorías de Holmström y Hart me traen a la realidad peruana en ciencia y tecnología. En el sistema estatal de salud de tratamiento del cáncer ni siquiera existe el puesto de físico médico y en el Estado en general hay todo tipo de leyes de carrera (militar, policial, diplomático, judicial, penitenciario) pero no el de investigador científico y tecnológico. El resultado, los investigadores se van del Perú.
Finalmente, cabe notar que hasta ahora, cinco de los premios Nobel 2016 son británicos que trabajan en Estados Unidos. Gran Bretaña en decadencia pierde a sus talentos y Estados Unidos se fortalece. A propósito, Obama anunció que haría todo cuanto sea posible para jalarse a los talentos científicos y tecnológicos del mundo. El Perú hace exactamente lo contrario.