LA DESIGUALDAD DE INGRESOS Y EL PENSAMIENTO ECONÓMICO

Por: José Carlos Pomalaza, 13 de Enero de 2016

wealthginis5countries_10 El año pasado, durante mi visita a Lima,  fui invitado por mi gran amigo Modesto Montoya, físico nuclear y periodista científico, a un encuentro en Radio San Borja con otro gran amigo mío, y además compadre, el doctor Jorge Heraud.  Modesto muy graciosamente tituló el encuentro “Los Stanford  Boys”. Yo no lo sabía pero Modesto,  conocedor de la política y movimientos sociales en el Perú, al invitarnos estaba aduciendo, pícaramente, a los Chicago Boys, seguidores del pensamiento económico de Milton Friedman.  Esta iniciativa de Modesto me estimuló a escribir el presente  ensayo  que en adición es mi respuesta al reto lanzado por el economista Thomas Piketty cuando dijo:

“El asunto de la distribución de la riqueza es demasiado importante como para dejarlo sólo en manos de los economistas, los sociólogos, los historiadores y demás  filósofos. Atañe a todo el mundo, y  más vale que así sea”

Thomas Piketty, 2014, “Capital in the Twenty-First Century”

Para facilitar su lectura, este ensayo ha sido redactado con el estilo de un artículo de divulgación.

Introducción

Cuenta la historia que en los años de 1789;  cuando  el espíritu de rebelión del Hombre ya  se había desencadenado,  a consecuencia del  “Pienso luego existo”  de René Descartes; se le informó a María Antonieta, reina de  Francia,  que su pueblo sufría de hambre por la falta de pan, base de su diario sustento, y ella contestó:

 “Entonces que coman pastel”

Esta anécdota, de la cual se tiene varias versiones,  describe la extrema desigualdad de ingresos que existía en Europa, durante la monarquía,  y la falta de sensibilidad por el sufrimiento del pueblo de parte de los que se encontraban en las más altas esferas de la economía. Esta injusta situación no era novedad en la época de María Antonieta,  ni es novedad en el presente, pues existió y existirá siempre, por lo que es la preocupación de pensadores desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días.

Cuando en 2014, se publicó  “Capital in the Twenty-First Century “, version en ingles del original “Le Capital au XXIe siècle”, “ del economista  francés Thomas Picketty, ocurrió una gran reacción  en la comunidad de pensadores, economistas y políticos del mundo, similar   a la que ocurrió 150 años antes, cuando Karl Marx  publicó el primer libro de su monumental obra,  “Das Capital”  . 

 En el tratado de Piketty se muestra con incontrovertible claridad  que la desigualdad de ingresos, en nuestros tiempos,  es extremadamente alta. Extrapolando los datos publicados en su obra podríamos concluir que  no sería extraño  que en nuestros tiempos se llegara a los niveles de desigualdad de ingresos que existieron en la época de María Antonieta.

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