Como cada sábado, el 16 de enero, un grupo niños realizaron experimentos de física, química, biología, electrónica y robótica, dirigidos por científicos e ingenieros.
Ese sábado, los niños tuvieron un profesor especial. El doctor Víctor Coronel (primer puesto del examen de admisión a la UNI en 1967 y doctorado en la Universidad de Columbia) los dirigió en sus experimentos de magnetismo y electromagnetismo. Al termino de la 
experiencia, el doctor Coronel reconoció que los niños que están en el Ceprecyt son despiertos e interesados en las ciencias.
Dos grupos de padres y abuelos conversaron sobre la vocación científica, la que nace en los niños, cuando los padres o los abuelos les enseñan a observar su entorno y encontrar expresiones sorprendentes de la naturaleza: saper vedere, decía Leonardo da Vinci, hace 6 siglos.
Un psicólogo italiano analizó la persitencia de la ignorancia que desubica a los peruanos choleadores. Ricardo Fujita, miembro del proyecto Genoma Humano, muestra que, salvo los que tienen padres extranjeros recién llegados, todos tenemos genes originarios.
También se analizó la ignorancia de muchos empresarios que confunden los términos tecnología con producto tecnológico. «La tecnología se compra» dicen, mostrando una computadora o un equipo importado; desconociendo que la tecnología está en los cerebros que hicieron esos productos tecnológicos. Esa ignorancia está estimulada por los gobiernos que alardean comprando millonarios equipos, pero ponen mil barreras para el regreso de los talentos en ciencia y tecnología.
Estos sábados estimulantes son organizados por el Centro de Preparación para la Ciencia y la Tecnología, con el auspicio de la Universidad Ricardo Palma, la que facilita sus espectaculares instalaciones de la Av. Benavides en Santiago de Surco.
Así como antes se edificaron nuevos colegios y escuelas, pero esta infraestructura no enseña, se olvidaron de los maestros, como ahora dando y regalando computadoras, creen que están haciendo tecnología, las máquinas solas no trabajan necesita de alguien que las opere, por ello no se olviden otra vez del maestro, capacitemos y hay que pagarles bien, hay que reconocer que algunos de ellos si hacen llegar tecnología.
Atentamente, Miguel Hilario Quispe.